-Justina-
Si hoy hace 22 años que yo crepé, quiere decir que yo me
morí poco después del viaje al futuro, por lo cual cuando termine esta
misión y yo me vuelva a mi tiempo me van a quedar meses, entendés mi
apuro ahora?
No hay tiempo, hay que cumplir los sueños. Y la pregunta del millón es ¿Qué hacemos con nuestros sueños?
Nos
olvidamos, ignoramos nuestros sueños, como si lo que soñáramos lo
soñara otro. Algunos sueños nos dan miedo ¿por qué? Porque son deseos
que vienen de un lugar muy profundo, desconocido, casi oculto para
nosotros. Y sin embargo esos sueños hablan de nosotros más que nosotros
mismos. Nada define mejor a una persona que aquello con lo que sueña.
Esos
sueños no tienen fecha de vencimiento, uno sueña sueña sueña hasta que
ese sueño se hace realidad. Pero ¿Qué es sueño, mi amor? ¿Qué es
realidad? Me preguntaba ¿Por qué llamamos sueños a nuestros deseos? ¿Por
qué pichona? Porque en los sueños todo es posible.
Cuesta entenderlo, uno en los sueños puede hacer lo que desea…
Esperanza- Yo quiero volar, sueño con volar.
Justina- Conseguite un pasaje de avión como puedas, tirate de paracaídas y volá mi hija.
Hay
que encontrarle la vuelta, siempre hay una manera, estamos hechos de la
misma tela que los sueños. Podemos hacer de nuestra realidad lo que
soñamos. La realidad y los sueños son la misma cosa ¿entendés?
Podemos
cambiar, hacer y ser lo que queramos. Y entender esto mi amor es tener
medio partido ganado. Claro, es fácil entenderlo cuando te ronda la
parca, por eso tengo que debutar hoy y no mañana, porque yo estoy viva
hoy y mañana no sé, y pasado que se yo… ¿entendés?
Sueños de amor,
sueños de gloria, pequeños y grandes sueños, todo se puede alcanzar,
solo se trata de encontrarle la vuelta y recordar que la vida es un rato
que tenemos para jugar, un rato para cumplir nuestros sueños, un rato
antes de que se termine el juego.
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